Prague.
Llego a las ciudades improvisando un poco...
Tenía grandes espectativas arquitectónicas sobre Praga... pero no había comprado una guía, o investigado en internet, ni sabía que iba a hacer salvo por Nico que me dijo, tienes que ver el reloj astronómico, y recordé la historia sin saber de donde la había leído, o escuchado... (aparte de Nico) les diría que de Borges... pero miento por mi vaga memoria y las ganas de que hubiera sido asi... lo cierto es que aca va la historia... y la foto.
(a cada hora se abren las puertitas y desfilan los apóstoles)El Reloj Astronómico de Praga está junto el Ayuntamiento antiguo de la Plaza Vieja y fue construido en el año 1410 por el relojero Nicolás de Kadan.
En 1490, el mecanismo del reloj fue perfeccionado por el maestro Hanus de Ruze.
En aquel entonces, el reloj no tenía parangón en toda Europa, no había otro que se le pudiera comparar, de ahí que los celosos concejales de la Ciudad Vieja tuvieran miedo de que otra ciudad contratara al maestro Hanus para que construyera otro reloj, incluso mejor. El caso es que hicieron cegar al relojero con un hierro al rojo. Cuando el ciego maestro supo quien y porqué lo habían cegado, decidió vengarse.
Poco después el maestro hizo que un aprendiz suyo que controlaba el reloj, lo condujera hasta su mecanismo. Hanus conocía tan bien la máquina que no necesitaba verla para lograr sus propósitos. Sus dedos encontraron de inmediato una oculta llave y tiraron de ella. El mecanismo chirrió, luego se oyó un traqueteo y el reloj se detuvo para siempre. En ese mismo instante Hanus se desplomó muerto. La maquinaria era tan compleja que pasaron años hasta que apareciera un relojero capaz de repararla.
Recorriendo Europa y Latinoamerica... uno no puede evitar entrar a las Iglesias, la arquitectura y el arte vivieron siglos de desarrollo y los pueblos se llenaban de estas casas a las cuales el pueblo acudía por convicción o necesidad... lo dejo ahi.
El tema es que en Praga hay 7 Sinagogas... pero quedaron pocos judíos, desde antes del 1900 fueron perseguidos y Hitler se encargó de que no quedara ni uno.
Había 400.000 judíos en praga con la llegada de Hitler... 8.000 lograron escapar antes... el resto no sobrevivió... alguién podría corregirme sobre alguna cantidad menor que haya sobrevivido, pero ese sería el resumen, en el cementerio hay una capilla con el nombre de muchos de ellos y todo concluye entre el 42 y el 45... triste historia, pero aca si... recordé a Borges y el Gólem. Y donde descansa nada menos que Kafka.
La noche... que puedo decir el Teatro negro de Praga... luz sorpresa humor y destreza... beleza!!!
enjoy amigos!
Teatro Negro de Praga (link)
El Golem - Borges
Si (como afirma el griego en el Cratilo)
el nombre es arquetipo de la cosa
en las letras de 'rosa' está la rosa
y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'.
Y, hecho de consonantes y vocales,
habrá un terrible Nombre, que la esencia
cifre de Dios y que la Omnipotencia
guarde en letras y sílabas cabales.
Adán y las estrellas lo supieron
en el Jardín. La herrumbre del pecado
(dicen los cabalistas) lo ha borrado
y las generaciones lo perdieron.
Los artificios y el candor del hombre
no tienen fin. Sabemos que hubo un día
en que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
en las vigilias de la judería.
No a la manera de otras que una vaga
sombra insinúan en la vaga historia,
aún está verde y viva la memoria
de Judá León, que era rabino en Praga.
Sediento de saber lo que Dios sabe,
Judá León se dió a permutaciones
de letras y a complejas variaciones
y al fin pronunció el Nombre que es la Clave,
la Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,
sobre un muñeco que con torpes manos
labró, para enseñarle los arcanos
de las Letras, del Tiempo y del Espacio.
El simulacro alzó los soñolientos
párpados y vio formas y colores
que no entendió, perdidos en rumores
y ensayó temerosos movimientos.
Gradualmente se vio (como nosotros)
aprisionado en esta red sonora
de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.
(El cabalista que ofició de numen
a la vasta criatura apodó Golem;
estas verdades las refiere Scholem
en un docto lugar de su volumen.)
El rabí le explicaba el universo
"esto es mi pie; esto el tuyo, esto la soga."
y logró, al cabo de años, que el perverso
barriera bien o mal la sinagoga.
Tal vez hubo un error en la grafía
o en la articulación del Sacro Nombre;
a pesar de tan alta hechicería,
no aprendió a hablar el aprendiz de hombre.
Sus ojos, menos de hombre que de perro
y harto menos de perro que de cosa,
seguían al rabí por la dudosa
penumbra de las piezas del encierro.
Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
ya que a su paso el gato del rabino
se escondía. (Ese gato no está en Scholem
pero, a través del tiempo, lo adivino.)
Elevando a su Dios manos filiales,
las devociones de su Dios copiaba
o, estúpido y sonriente, se ahuecaba
en cóncavas zalemas orientales.
El rabí lo miraba con ternura
y con algún horror. '¿Cómo' (se dijo)
'pude engendrar este penoso hijo
y la inacción dejé, que es la cordura?'
'¿Por qué di en agregar a la infinita
serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
madeja que en lo eterno se devana,
di otra causa, otro efecto y otra cuita?'
En la hora de angustia y de luz vaga,
en su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?
JLB
Si (como afirma el griego en el Cratilo)
el nombre es arquetipo de la cosa
en las letras de 'rosa' está la rosa
y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'.
Y, hecho de consonantes y vocales,
habrá un terrible Nombre, que la esencia
cifre de Dios y que la Omnipotencia
guarde en letras y sílabas cabales.
Adán y las estrellas lo supieron
en el Jardín. La herrumbre del pecado
(dicen los cabalistas) lo ha borrado
y las generaciones lo perdieron.
Los artificios y el candor del hombre
no tienen fin. Sabemos que hubo un día
en que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
en las vigilias de la judería.
No a la manera de otras que una vaga
sombra insinúan en la vaga historia,
aún está verde y viva la memoria
de Judá León, que era rabino en Praga.
Sediento de saber lo que Dios sabe,
Judá León se dió a permutaciones
de letras y a complejas variaciones
y al fin pronunció el Nombre que es la Clave,
la Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,
sobre un muñeco que con torpes manos
labró, para enseñarle los arcanos
de las Letras, del Tiempo y del Espacio.
El simulacro alzó los soñolientos
párpados y vio formas y colores
que no entendió, perdidos en rumores
y ensayó temerosos movimientos.
Gradualmente se vio (como nosotros)
aprisionado en esta red sonora
de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.
(El cabalista que ofició de numen
a la vasta criatura apodó Golem;
estas verdades las refiere Scholem
en un docto lugar de su volumen.)
El rabí le explicaba el universo
"esto es mi pie; esto el tuyo, esto la soga."
y logró, al cabo de años, que el perverso
barriera bien o mal la sinagoga.
Tal vez hubo un error en la grafía
o en la articulación del Sacro Nombre;
a pesar de tan alta hechicería,
no aprendió a hablar el aprendiz de hombre.
Sus ojos, menos de hombre que de perro
y harto menos de perro que de cosa,
seguían al rabí por la dudosa
penumbra de las piezas del encierro.
Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
ya que a su paso el gato del rabino
se escondía. (Ese gato no está en Scholem
pero, a través del tiempo, lo adivino.)
Elevando a su Dios manos filiales,
las devociones de su Dios copiaba
o, estúpido y sonriente, se ahuecaba
en cóncavas zalemas orientales.
El rabí lo miraba con ternura
y con algún horror. '¿Cómo' (se dijo)
'pude engendrar este penoso hijo
y la inacción dejé, que es la cordura?'
'¿Por qué di en agregar a la infinita
serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
madeja que en lo eterno se devana,
di otra causa, otro efecto y otra cuita?'
En la hora de angustia y de luz vaga,
en su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?
JLB
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